domingo, julio 19, 2009

Herejías, tecnología, pensamiento

Acerca de las reflexiones disparadas por estas semanas de escuela mediada por la tecnologías, alumnos y docentes conectados (algunos), y una cierta ilusión de que se trascienda la emergencia.

He utilizado en esta entrada la lógica del remix. Ya lo he hecho varias veces, pero hoy me gustaría explicar mi proceso de pensamiento para hacerlo.

Muchas veces me ha pasado de estar pensando en algo que he observado, y al poco rato, al leer mi Google Reader, encontrar gente que lo escribe mucho mejor de lo que uno podría aspirar a hacerlo. Por lo tanto utilizo la estrella (el nuevo subrayado), y asumo que en algún momento volveré a esa afirmación.

En estos días, tres referentes dijeron, en mi opinión algo valioso, y decidí entretejer tales dichos, otorgándoles el encuadre de la singular circunstancia que hemos vivido.

A partir de la gripe A, y de lo que será el día que volvamos a las aulas, decidí recopilar algunas frases publicadas últimamente, que espero hagan reflexionar a los docentes e instituciones que por primera vez se han acercado de manera orgánica al uso de las tecnologías para sostener la labor de la organización.

Esta entrada es para quienes mandaron un mail, buscaron materiales en la Web, e intentaron de alguna manera, (en un cambio total de encuadre), seguir cumpliendo con su misión. Es para instituciones, directivos y docentes. Y me animo a aventurar que es para padres y alumnos.

Es para los que demostraron que el cambio es posible en la escuela. Y para los que se fueron de vacaciones.

Empezamos con Juan Freire, quien en su entrada Herejías de los nuevos procesos culturales , enumera una serie de observaciones acerca de las fuertes disrupciones que sufre el espacio de la cultura. Agregaré entre paréntesis y en verde algunas palabras de manera de enfocar las afirmaciones de Juan al espacio de la educación, el cual obviamente, también
atraviesa procesos análogos.
Buena parte de los procesos de producción y difusión cultural (educativos), independientemente de que su resultado final sea un objeto físico, una acción desarrollada en los espacios analógicos o un contenido o proceso digitales, se desarrollan ya dentro del paradigma de las prácticas y la cultura digital. Este cambio de escenario provoca transformaciones importantes en las propias características del proceso respecto a sus antecesores "analógicos". Buena parte de estas transformaciones pueden ser consideradas herejías si las interpretamos a la luz de algunos viejos dogmas, aún vigentes en el imaginario de los múltiples actores relacionados con la cultura (escuela). (...)

- La tecnología es cultura: la caja de herramientas del creador (educador y estudiante)

La tecnología, el hardware y software entendidos en sentido amplio, son ya parte esencial del proceso creativo (educativo). El creador (estudiante, a veces el educador) es, y de hecho siempre lo ha sido, un artesano o, en una versión actualizada y digital, un hacker capaz de entender como funcionan las herramientas y como se pueden modificar para adaptarlas a sus necesidades. Y a pesar de que siguen existiendo y siendo necesarios los especialistas, los creadores (educadores) tienen un conocimiento práctico y profundo de la tecnología, y los tecnólogos se interesan y trabajan en el proceso creativo (educativo). En esta evolución acaban por surgir perfiles transdisciplinares difíciles de clasificar según los modelos tradicionales. (...)

- La producción es comunicación

Si el proceso (proceso educativo) adquiere una importancia similar, si no mayor, al producto final (el examen), y si este proceso se hace de forma colaborativa e incorpora a los usuarios a la vez que utiliza de forma intensa el concepto y las prácticas de la remezcla, es imprescindible que incorpore una estrategia de comunicación intensa y multidireccional. De este modo, la difusión no es ya una acción independiente, desconectada de la producción, es la consecuencia del proceso creativo (educativo). La difusión desaparece, en gran medida, como tal, pero no porrrelevante; bien al contrario, la comunicación se convierte en el núcleo del proceso creativo (educativo).
Seguimos con Alejandro Piscitelli, quien nos señala (resaltado en negrita), algunos problemas de la escuela, y de la pertinencia del conocimiento que impartimos.
Editorial Conectar es pensar. Alfabetismos de la reflexión.

Insistimos si Perkins -así como estos otros autores citados- nos seduce a pesar del fracaso de sus propuestas, no es tanto porque creamos que las mismas (incumplidas) sean la solución que necesitamos hoy, sino por la habilidad con que tejió un relato en el cual la mayoría de los problemas de la escuela, sus enfoques equivocados y su autocomplacencia son perfectamente diagnosticados y articulados en un lenguaje rico en matices y que sintetiza muchos problemas y dificultades que a veces nos cuesta identificar. (...)

Cuatro tipos de conocimientos inútiles

Gastamos miles de horas en una licenciatura, proliferan los postgrados y las especializaciones. La educación virtual se abre paso a los codazos. Ya no alcanza con una mísera licenciatura sino que para poder posicionarnos en cualquier trabajo, pero sobretodo si queremos hacer carrera académica, necesitamos uno o dos doctorados y post-doctorados ídem.

Sin embargo tanta parafernalia esta asentada en conocimientos olvidados, donde gran parte del conocimiento se esfuma. En conocimientos inertes que permiten aprobar exámenes, pero no se lo sabe aplicar a otras situaciones. En conocimientos ingenuos, a pesar de una vacunación previa en contra de los prejuicios o los estereotipos. Y básicamente en la proliferación de conocimiento ritual que hace que los conocimientos solo sirvan para cumplir con las tareas escolares.
Y cerramos con David Warlick que también nos habla de los cambios disruptivos, pero hace especial hincapié en los docentes, y en su relación con las tecnologías, en su artículo Technology & Teaching .
Yo antes afirmaba que (en la escuela) se debe utilizar la herramienta mas apropiada para cada tarea. Si usted puede hacerlo con un cuaderno de papel y la enciclopedia de papel, entonces ésas es las herramientas que usted debe utilizar. Sin embargo, he cambiado. Realmente, el mundo ha cambiado. Hoy, el entorno informacional que prevalece es cada vez más conectado, digital, y abundante. La información se comporta de nuevas maneras, que eran imposibles en un mundo exclusivamente publicado en papel, basado en la imprenta.

Cuando yo estaba en la escuela, se esperaba el noticiero de la noche en TV, o el periódico del día siguiente para conocer las novedades del mundo. Hoy, usted ni siquiera va a CNN.com para ver lo último. Usted va a Twitter, donde los periodistas
ciudadanos están divulgando constantemente lo que está sucediendo alrededor de ellos. Aprendí sobre Twitter en el accidente del avión en el río Hudson, y vi las primeros imágenes en Flickr, subidas por los teléfonos celulares de los transeúntes - antes que cualquier dato apareciera en CNN.com.

Esto cambia lo que significa estar alfabetizado. Cambia lo que significa ser un aprendiz, una persona que aprende. Hoy, poder leer y escribir y aprobar una prueba no es suficiente. Ni cerca. Nuestros estudiantes deben hoy ser artesanos de la información, capaces de aprender, trabajar, jugar, contribuir, y prosperar en un nuevo y constantemente cambiante y enriquecedor entorno informacional, y hacerlo de tal manera que conserve el planeta - y no que lo consuma. No podemos hacer esto hoy por raspando e imprimiendo en soportes basados en papel. La enseñanza y el aprendizaje deben ser digitales.

Si usted, como docente, no quiere usar tecnología, si no es bueno en la tecnología, encuentre otra vocación.
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