domingo, marzo 01, 2009

Barack Obama, la educación, y el liderazgo

Acerca de liderazgos, instituciones, y cambios en estos tiempos

Barack Obama nos fue presentado como el presidente que anuncia la necesidad del cambio, y el uso de la web 2.0, de la plataforma de Internet para comunicar y transparentar su tarea.

Continuando con nuestros ejercicios de conectivismo, veamos que tiene el líder político de una superpotencia en común con los líderes de una institución educativa. Nuestros comentarios aparecen en azul.

Lance Knobel referencia en su blog Davos Newbies a Geoff Mulgan, un ´profesor y escritor inglés, quien fue (entre otras cosas) Policy Director de Tony Blair. (Wikipedia). Mulgan, actualmente, lidera la Young Foundation, organización enfocada mayormente en innovación social.

Knobel afirma:
Geoff Mulgan es uno de las personas más brillantes, e interesantes que conozco. A través del blog de la Oxford University Press, ofrece siete consejos al presidente Obama para que éste se asegure que su gestión estratégica sea un éxito:

1. Foco - haga algunas cosas realmente bien. La mayoría de los líderes disipan sus energías. Sostengo que es mejor dar prioridad a campos donde usted tiene a la vez poder y conocimiento. Muchos líderes intentan actuar donde no tienen ni uno ni otro - Por ej. estrategias para que el Oriente Medio en donde los E.E.U.U. carecieron de influencia sobre las claves dominantes, o el intentar reforzar los valores familiares, en donde los gobiernos carecieron del conocimiento o la poder para lograr algo. Por el
contrario sabemos bastante sobre cómo hacer funcionar con un sistema acertado de salud y el gobierno federal tiene la capacidad de hacerlo correctamente.

Por ejemplo podríamos enfocarnos en comunicar y transparentar nuestra institución, en hacerlo nosotros, en liderar con el ejemplo, y en utilizar la tecnología y el conocimiento como un bien institucional y no como una herramienta de escasez, que genera disensiones y disputas.

2. Construya enfocando en el largo plazo, contradiciendo la tendencia de los gobiernos modernos a dedicarle una energía enorme a la táctica y a la interpretación desus actos. Eso requiere que los equipos de conducción pasen la mayor parte de su tiempo pensando 2, 5 o 10 años en el futuro. (...) Esto también se relaciona con cómo se informan los planes de recuperación - cuanto más pueden abordar simultáneamente los problemas inmediatos de la recesión y desafíos de más largo plazo, como el cambio climático y el envejecimiento, mejor.

Tener una visión de la sociedad, de sus necesidades a mediano plazo, es clave para la producción de nueva currícula, así como de nuevos entornos para enseñar y aprender. No es lo único importante incorporar la nueva técnica o enfoque en boga, tranquilizando nuestra conciencia diciendo que estamos "al día". Pensemos nuestra institución para los próximos 10 años.

3. Asegure la resiliencia - y aumente la capacidad de su gobierno de hacer frente a crisis, sean éstas otros descensos agudos de la economía o catástrofes como el huracán Katrina (puesto que una certeza que los desastres naturales continuarán aumentando de regularidad en los próximos años).

Las instituciones educativas tratan con personas, con familias y con historias personales. Desarrollemos mecanismos para, en lo posible, no expulsar los problemas, sino ayudar a superarlos (y para documentar y difundir ese conocimiento tácito que poseen los que juegan el rol de "bomberos").

4. Trabaje duro para evitar las ilusiones ópticas comunes del gobierno. Hablamos de creer su propia retórica, continuar con proyectos solamente porque han tenido mucha inversión, y el no poder empatizar, sea con sus propios ciudadanos u o con los de otros países. Roberto MacNamara sugirió en su película ‘The Fog of War’ que este última falla era la más común, y perjudicial, para los gobiernos.

El poder tener autocrítica, el escuchar, el favorecer que haya canales de expresión para los integrantes de la institución (weblogs, foros, etc.), el monitorear la percepción de la institución en Internet, (y no sólo con anticuados estudios de marca que generalmente nos dicen lo que ya sabemos), aparecen como datos claves para la gestión del liderazgo

5. En épocas difíciles acelere la innovación. Roosevelt es un buen ejemplo que estaba dispuesto "intentar lo que sea" en respuesta al desempleo. Por la misma razón es importante aprender rápidamente. Cualquier nuevo líder seguramente incurrirá en equivocaciones, pero es mejor hacerlas rápidamente y pronto - y aprender en términos globales. La mayor parte de las cosas que los E.E.U.U. necesitan hacer ya se están haciendo en alguna parte. China explora ahora automáticamente el mundo buscando las mejores prácticas. Los E.E.U.U. necesitan adquirir hábitos similares.

Busquemos innovación afuera de la institución (y ADENTRO de la misma). Apoyemos y difundamos a quien desee tomar riesgos. Es también un innovador quien decide tomar una idea de otro, adaptarla, probarla, ajustarla y difundirla. Y agrega valor a la organización el crear las condiciones para que sus integrantes deseen tomar estos riesgos.

6. No sea capturado por las modas. La innovación y la adaptabilidad también requiere que un presidente extraiga ideas más allá de las corrientes de pensamiento en boga. El genio de Roosevelt consistió en abrevar en los consejeros que no eran parte del consenso de Wall Street y de Washington. Éstos le ayudaron a formar una respuesta radicalmente diversa a la depresión. El gran riesgo que corre Obama, en este momento, es que su equipo de conducción está compuesto por demasiados iniciados, provenientes del sistema que ahora parece quebrado.

Salgamos de la endogamia. Veamos que hacen otros, invitemos a colegas de otras instituciones o niveles a transmitir su experiencia a toda la institución, no sólo a al equipo directivo.

7. Sobretodo sostenga la esperanza y el optimismo incluso en épocas difíciles, puesto que la esperanza es una energía vital que hace todo otro más fácil. Así como el optimismo correlaciona con la capacidad del individuo de recuperarse de ataques del corazón, asimismo influencia la capacidad de las sociedades de recuperarse de recesiones y crisis.

El involucramiento emocional, la convicción acerca de la misión institucional, el compromiso personal son marcas registradas de un líder positivo. Y la visibilidad (cosa que Obama tiene por definición de su función, pero que en nuestras organizaciones no es necesariamente así). El líder debe aparecer tres pasos adelante, y nunca a la retaguardia.
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