domingo, mayo 27, 2007

¿Qué hace a un buen docente?

Acerca de una enumeración de cualidades claves para que cualquier docente sea exitoso.

Dave Sherman, un director de escuela que escribe en Leadertalk, nos acerca su visión (traducida libremente).

Leadertalk es un blog grupal escrito "por líderes escolares para líderes escolares". Es interesante ver como aparecen algunas estrategias didácticas de la era industrial algo contradictorias (en la superficie), pero tras algún tiempo de reflexión, se presentan como "reciclables y transformables", para atender a nuestros nuevos alumnos, tanto en la clase presencial, como en "el tercer entorno". Párrafo aparte para el acento en la interacción individual con los alumnos (en vez de tanto múltiple-choice, bienvenido sea un post en blog o wiki).

Queda pendiente (al menos en este listado), la capacidad del docente de construir una "comunidad de aprendizaje", apenas sugerida en este listado, y que se nos ocurre clave en la Sociedad de la Información, para poder "agregar" los diferentes logros de los estudiantes.

¿Y como podremos relacionar el concepto de proximidad en el aula, con el concepto de proximidad y política en la red que plantea Castells..?


¿Qué hace a un buen docente?

(...) He observado y evaluado docentes durante los últimos 14 años, y he estado desarrollando mi propia lista de las mejores prácticas educativas que he observado en las aulas. Esta lista se basa en mis propias experiencias como director y docente. También se basa en talleres a los que he concurrido, y a mis lecturas en estos años. No se basa en la investigación científica, ni tengo cualquier dato específico para probar que mi lista es la lista "correcta" . Ésta es simplemente una creencia de un educador basada en experiencia y un poco sentido común.

Creo que los mejores docentes hacen lo siguiente:

- Hacen preguntas de alto nivel para generar reflexión. ¿Recuerda la Taxonomía de Bloom? Si usted no ha mirado últimamente esta investigación, puede ser que sea hora de releerla. He visto docentes construir materiales basados en los seis niveles de preguntar de Bloom (conocimiento, comprensión, uso, análisis, síntesis, y evaluación). Utilizan los verbos específicos que impusan a sus estudiantes al pensamiento crítico. Piden a sus estudiantes que respondan a preguntas de alto nivel en forma oral y escrita.

- Emplean el concepto del "tiempo de espera" después de hacer buenas preguntas. Esperar tres a cinco segundos antes de invitar a un estudiante a contestar a preguntas críticas, ofreciendo a todos los estudiantes la ocasión de procesar la pregunta antes de desarrollar una respuesta. Si los profesores no proporcionan el tiempo de la espera, entonces muchos de los estudiantes eventualmente se acostumbrarán a no pensar. Se desconectaran durante las discusiones de la clase.

- Varían la manera que invitan a estudiantes a contestar a preguntas. En vez solamente de invitar a los estudiantes que levantan inmediatamente sus manos, incorporan lo siguiente: sortean los nombres de los estudiantes, invitan a estudiantes incluso si su mano no se levanta (teniendo cuidado de no humillar a nadie), hacen que los estudiantes le digan la respuesta a un compañero, les piden que "piensen, júntense, compartan..."

- Ayudan a sus estudiantes a establecer relaciones con el conocimiento anterior y el material previamente enseñado, y entonces conectan cada lección con las lecciones futuras. Este tipo de "instrucción linear" proporciona el "enganche" necesario para que los conceptos y las ideas "queden"

- Utilizan organizadores gráficos y rúbricas. Los organizadores gráficos (esquemas, mapas de historia, líneas de tiempo, diagramas de Venn, etc.) se utilizan para ayudar a los estudiantes a imaginar su producción. También los utilizan para determinar la comprensión de los estudiantes del material que han leído. Las rúbricas (criterios de evaluación) se comparten con los estudiantes antes de que comiencen una asignación o un proyecto. De esta manera, el alumno sabe exactamente qué se espera de él. Y utilizan las mismas rúbricas para evaluar el trabajo de sus estudiantes.

- Ellos hablan con los estudiantes individualmente, y les dan la retroalimentación correspondiente. Evaluaciones individuales de escritura y de lectura son herramientas valiosas para mejorar el trabajo del estudiante y para obtener una mejor mirada en la comprensión de un alumno de un concepto y de sus procesos del pensamiento. Esta información se utiliza en el planeamiento futuro de las clases. Los buenos docentes evitan frases como "buen trabajo!" o "se necesita más aquí." En lugar, ofrecen una devolución positiva y constructiva muy específica a los estudiantes, para que puedan utilizarla en el futuro.

- Entienden el concepto de la proximidad mientras están enseñando. No se sientan detrás de un escritorio todo el dia, y no están parados en el pizarrón como en una conferencia. En lugar, están caminando constantemente alrededor del aula, comprobando el trabajo de los estudiantes, estando parado al lado de los "distraídos" y haciendo que sus estudiantes los sigan con sus ojos.

- Finalmente, estos profesores tienen una destreza para involucrar a sus estudiantes en discusiones y en actividades interesantes que se extiendan más allá de la sala de clase.

Esta lista está seguramente incompleta, y si las estrategias en mi lista parecen obvias, deben serlo. Éstos son algunas de las metodologías básicas que nos enseñaron cuando éramos estudiantes. Debemos nunca perder contacto con estas estrategias, porque están probadas. Como líderes educacionales, es nuestra responsabilidad recordar a nuestros profesores que las nuevas y únicas ideas no sean siempre las mejores, y debemos esperar que nuestros profesores incorporen las mejores prácticas educacionales en su enseñanza a diario.

(...)

Hoy, el desafío para los educadores es aprender cómo integrar prácticas educacionales probadas con habilidades del siglo XXI. ¿Cómo facilitamos el auto-aprendizaje, creando individuos autónomos, en vez de ser los "dueños del conocimiento" y de diseminar el mismo con clases magistrales y memorización?


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2 comentarios:

KC dijo...

Agregaría a este listado, la posibilidad de expresarse en diferentes lenguajes, pues no solo la expresión escrita y verbal son formas de representar conceptos, sino también los lenguajes artísticos pueden ser vehículos para el conocimiento.

No es la imagen, acaso, un modo de aprender y representar una idea?

Los lenguajes audiovisuales deberían poder incorporarse en la producción dentro del aula(y fuera de ella también). Considerando esto, se abre un mundo de posibilidades muy interesante, aunque poco explorado o practicado. Nunca entendí la razón por la cual estas formas de expresión quedan tan relegadas, siendo que pueden abrir puertas a la creatividad y favorecer los procesos de aprendizaje, puesto que poder elaborar un mensaje a través de imágenes (por ejemplo) requiere de todo un proceso cognitivo que nos conduce a la comprensión y finalmente, en el mejor de los casos, a la síntesis del concepto.

Habría más cosas a enumerar en esta lista, claro. Podríamos tener en cuenta muchas variables ¿verdad?

Estaría bueno continuar esta lista...

Verónica Pena dijo...

Agregando, entonces: el hacerse y no deberse, el desalienarse y apropiarse de su identidad, reconocerse en la diversidad, para habilitar ese hacerse y no reproducirse(,) en sus alumn@s.

Y me sumo al comentario de KC: a esas formas de conocimiento relegadas en la escuela propongo sumar a partir de diálogos recientes con profesores de Ed. Fïsica de la ciudad de Bs. As., el conocimiento a través del cuerpo: la única materia que lo legitima casi siempre se dicta "afuera de la escuela". Es llamativo. Bourdieu tiene un artículo interesante sobre el juicio profesoral en el que se observa cómo el uso disciplinado del cuerpo es baremo de acreditación en materias que nunca lo explicitan como objetivo, pero en la que los profesores consideran el aseo, la posición del alumno/ de la alumna en el asiento, etc. como indicadores de la corrección como para evaluarlo/la.

A la lata, al latero, se calla Vero.