La pregunta es: ¿Y no deberían incluirse en la Escuela?
Frase: "Cualquiera que use Facebook o la mensajería instantánea en la universidad los va a querer integrar en su trabajo".
Venimos repitiendo desde hace rato que existe una situación paradojal en la escuela: los estudiantes producen y consumen información a una velocidad determinado en la vida, y cuando llegan a la escuela son "anclados" por el sistema educativo y la propuesta pedagógica de la escuela. Sólo algunos docentes innovadores, a través de estrategias didácticas, les permiten seguir construyendo y explorando a la velocidad a lo que son capaces.
Aparece una nota en estos días en el diario El País de España, escrita por el gran Francis Pisani, que trata de su reporte de una conferencia llamada Office 2.0, y de los cambios que vienen apareciendo en las empresas. Sin embargo, algo que pareciera esencial son las exigencias (que transformarán el entorno de trabajo, sin duda), de los usuarios de las redes sociales y de los servicios de comunicación y producción en la Red.
Transcribimos algunos extractos de la nota.
La ola Web 2.0 está ganando terreno en las empresas como lo dejó claro la excelente conferencia Office 2.0 que tuvo lugar en San Francisco a principios de mes. Estamos en una fase de transición con fuertes resistencias y modelos económicos inciertos. La tecnología avanza, la gente la usa, pero los negocios siguen encerrados en el modelo económico 1.0.
(...) La premisa esencial de Office 2.0 es que va a cambiar la forma en que trabajamos. Hasta prometen -lo que no hay que creer ciegamente- que el trabajo va a ser "más divertido". El panel sobre El futuro del trabajo fue presentado por A. M. Malí, cuyos empleados trabajan desde su casa o desde un Starbucks y tienen todas sus aplicaciones y datos en Red. Todos estuvieron de acuerdo en que las tendencias esenciales son ahora movilidad, flexibilidad y, más que nada, colaboración. (...)
Muchos empleados ya están involucrados en una cultura 2.0 que adquieren fuera y quieren introducir en las empresas. Cualquiera que haya utilizado Facebook o las mensajerías instantáneas en la universidad lo va a querer integrar en su trabajo. Huddle y ContactOffice no gastan dinero en marketing. Ganan terreno de manera viral sin tener que ir a buscar los responsables informáticos.
Tales cambios dan lugar a un verdadero choque cultural entre quienes conciben el trabajo de manera jerárquica y tradicional y quienes lo experimentan de manera más colaborativa, más horizontal, en Red.
Realizando nuestro acostumbrado paralelismo entre la escuela y el ámbito de trabajo, se nos antoja urgente la experimentación y la investigación en tarea del uso de las redes sociales en la tarea escolar, para dar andamiaje y estructura a un entorno de aprendizaje colaborativo, el cual es exigencia de los estudiantes, no solo para prepararlos para un futuro cambiante e incierto, sino para "liberarlos" de frenos de mano y anclas, dándoles autonomía para crecer (aún dentro de la máquina de impedir que es el sistema educativo). Hasta podríamos permitir que sea más divertido...
Una última cita del artículo y su comentario
(...) Copiar lo que se hace con el ordenador para ofrecerlo en red sigue siendo la tendencia dominante. No es la solución. Todos los saben; pero la tecnología perturbadora que nos obligará a reconsiderar profundamente la forma en que trabajamos todavía no es evidente. Se intuye que facilitará la colaboración e integrará una buena dosis de redes sociales.Claramente, estamos educando a nuestros estudiantes para un futuro que desconocemos. Lo que estamos seguros, es que el futuro será horizontal, en red y que como cita David de Ugarte en su libro "El poder de las redes", deberemos dejar de buscar para nuestras aulas y nuestras clases una voz común, para permitir el desarrollo de la polifonía, esto es "muchas voces con un orden emergente".
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Guillermo Lutzky